Una boda con decoración de temática tropical, en medio de un bonito bosque. Un día de verano soleado brillando como el amor de estas dos grandes personas. Qué más puedo pedir como fotógrafo de bodas.
Y es que la fotografía es luz, la luz de una tarde de verano cuando se está poniendo el sol. La luz que desprende una pareja, una familia y amigos tan enrollados y con tantas ganas de pasárselo bien.